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[ Jueves, 03 Septiembre 2020 15:56 ]
“Con esperanza y confianza depositadas en los jóvenes, nos enseñó a creer en lo que se ama y afianzarse a ello con pasión; que sólo con grandes aspiraciones y trabajando juntos podremos llegar más lejos; que aprovechar cada oportunidad y no rendirnos ante el más mínimo obstáculo, implica no tener miedo a equivocarnos, rectificar e intentarlo de nuevo”.
Como estas frases plagadas de admiración y amor hacia Eusebio Leal expresadas por la sicóloga Olivian Álvarez, una de las cuarenta y cinco integrantes del Grupo de Jóvenes de la Oficina del Historiador que previsoramente formó el Historiador de la Ciudad, fueron muchas las expresiones aparecidas en las redes sociales y en espacios físicos una vez conocido su deceso el 31 de julio de este año.
Al rememorar el surgimiento de dicho colectivo juvenil, la especialista principal de Plan Maestro, la socióloga Maidolys Iglesias afirmó en el espacio radial Ciudades en Red de Habana Radio: “por orientación del Historiador, los directivos de las diferentes dependencias seleccionaron en 2016 a quienes despuntaban con posibilidades de ser cantera, reserva, continuadores de la epopeya rehabilitadora del Centro Histórico habanero”.
“Desde la creación del grupo, guiados por él, participamos en conversatorios, realizamos visitas a diferentes obras en ejecución o terminadas como la nueva librería de la editorial Boloña, la casa de Máximo Gómez en la Quinta de los Molinos, la escuela primaria Rafael María de Mendive y el Capitolio, donde nos explicó además del proceso de restauración, la historia de sus salones, éste resultó un recorrido mágico. Asimismo conmemoramos fechas significativas, y nos planteamos acciones comunes cuyos resultados fructifican día a día”, recuerda.
El homenaje virtual no bastaba y el grupo, cuyos integrantes pertenecen a Plan Maestro, la empresa Restaura, las direcciones de Inversiones y de Patrimonio Cultural, la emisora Habana Radio y el resto de las entidades de la institución, decidió ofrecer al doctor Leal, en la “Armería 9 de abril” en la calle Mercaderes que tanto conoció de sus andares, el compromiso de continuar el modelo de gestión de la obra de desarrollo integral del Centro Histórico.
Entre lágrimas, sobrecogimiento y palabras emotivas se alzaron voces como las de dos graduados del Colegio San Gerónimo devenidos fuerza activa en la continuidad del proceso.
Daniela Díaz resaltó el carácter y oficio de educador del hombre para el que sus colaboradores eran esenciales: “… vienen a mí los recuerdos de tantas veces en que se tomaba tiempo para conversar con nosotros, sus trabajadores, sus jóvenes, para saber cómo nos sentíamos, para intercambiar ideas, para llamarnos la atención de manera muy sutil pero certera; o aquellos detalles que no por mínimos, son menos importantes, materializados en una llamada telefónica para saludar o felicitar por los resultados. Más allá de su inmensa sabiduría, la combinación de firmeza y humanidad fue lo que lo hizo grande para todos los que tuvimos el honor de trabajar bajo su dirección”.
Y Daniel Castellanos, con sentimiento de hijo lo despedía: “Hoy inicias un camino hacia la historia, quienes te llevamos en el corazón cantaremos tus victorias y estemos donde estemos, llevaremos la impronta de nunca haber sido “pobres de espíritu” como tanto pediste. Hoy me obligo a pensar en que seremos dignos de haberte conocido… Espero vivir una vida lo más cercana posible a tus principios…hasta siempre papi”.
