Este día ... El 4 de diciembre de 1941 por Acuerdo No. 1398 del Ayuntamiento se decide la apertura de las calles Hornos, Jovellar y Soledad, en los terrenos del antiguo Hospital de San Lázaro. |
Actividad Económica del Centro HistóricoA pesar de la pérdida de muchas de sus actividades tradicionales, el Centro Histórico sigue siendo una zona de máxima centralidad en el contexto de la ciudad, con unos 2 300 "locales" con algún tipo de actividad social o económica que abarcan desde el nivel barrial hasta el metropolitano. El sector con peso mayor —en relación con el número de locales— es el de actividades comerciales y de servicios, entre los que destacan el comercio minorista de productos industriales, seguido por el comercio de víveres y la gastronomía (cafeterías, bares, restaurantes, etc.). Un total de 25 instalaciones hoteleras reflejan la importancia creciente del turismo en el territorio. Estas actividades se concentran en las tradicionales áreas comerciales del Paseo del Prado y el corredor que forman las calles Obispo y O’Reilly, a las que se ha sumado el sector de las cuatro plazas principales.
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Comercio y Servicios |
32,0 |
Comercio de productos industriales |
15,0
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Comercio de víveres |
8,0
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Gastronomía |
8,0
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Alojamiento |
1,5
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Almacenes y Talleres |
26,0
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Almacenes |
15,0
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Carpinterías y Otros talleres |
11,0
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Equipamiento Social |
16,0
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Educación |
4,3
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Cultura |
3,8
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Oficinas |
14,0
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Transporte y Comunicaciones |
7,0
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Industria |
1,0
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Otras Actividades |
4,0
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Mantienen gran peso los almacenes y talleres, a pesar de la política desarrollada en los últimos años por reducir este tipo de actividades (y favorecido por el redimensionamiento de la actividad portuaria), incompatibles con los valores históricos y culturales de la zona. Destacan asimismo los servicios sociales, con decenas de instalaciones educativas y de salud, mientras una red de instituciones culturales (museos, bibliotecas, teatros) refleja la importancia creciente de la cultura en el proceso de recuperación del Centro Histórico, concentradas en la zona alrededor de las cuatro plazas tradicionales. Mantiene su prevalencia el sector de oficinas, de gran importancia desde la primera mitad del siglo XX, cuando se ubicaron aquí las más importantes sedes bancarias, ministerios, consultorías legales, etc., y que hoy cuenta con diversas oficinas de la administración municipal, entidades de carácter provincial —entre ellas, la propia sede del Gobierno—, varios ministerios y sedes empresariales. El sector de transporte y comunicaciones cobra fuerza con la proliferación de estacionamientos y la consolidación del territorio en materia de transporte público y urbano. El Centro Histórico mantiene su peso como nodo portuario y ferroviario de nivel nacional, así como en materia de comunicaciones.
A nivel de todo el municipio La Habana Vieja, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas para el año 2008, el territorio cuenta con unos 78 000 puestos de trabajo (8% del total de la ciudad), ocupando el cuarto lugar entre los quince municipios habaneros, sólo por detrás de Plaza de la Revolución, Playa y Boyeros. Casi tres cuartas partes del total de trabajadores se concentran en los sectores de Comercio, Industria, Servicios Comunales y Personales, Cultura y Arte, y Administración.
El Plan de Desarrollo hace énfasis en la importancia de lograr una heterogeneidad en relación con la funcionalidad del centro histórico. Esto resulta particularmente importante en los ejes y espacios públicos principales (plazas, plazuelas), donde es importante garantizar la animación por días y horas, que sólo es posible con la combinación de vivienda y usos comerciales, culturales, de servicios, equipamiento social, oficinas, áreas de estar, etc. De esta forma se lograría un equilibrio entre vivienda social por un lado, y actividades de alcance barrial, metropolitano e instalaciones orientadas al turismo y la actividad terciaria en general, por otro. El proceso de rehabilitación urbana ha cumplido hasta la fecha y debe mantener en el futuro el doble propósito de rescatar los valores patrimoniales y la centralidad urbana por un lado, y explotar las ventajas comparativas que brinda este espacio privilegiado de la ciudad, y su capacidad de innovación y desarrollo.