El conocimiento es brújula, clave de interpretación
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El 29 de marzo de 1941 se inauguró en la céntrica esquina de Galiano y Neptuno el edificio América, de estilo art-deco, con 67 apartamentos y dos teatros en planta baja.




El conocimiento es brújula, clave de interpretación

La sexta graduación del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana tuvo lugar en el aula magna de esa primera casa de altos estudios de Cuba, donde veinticinco trabajadores de la Oficina del Historiador, del Ministerio de Cultura o afines al trabajo con el patrimonio de la ciudad, recibieron los títulos de licenciados en Preservación y Gestión del Patrimonio Histórico-Cultural.

El estudiante Israel Corrales, quien junto a sus condiscípulos Alexander Hernández, Dianelys Duany y Daniel Castellanos, obtuvo título de oro, resultó el alumno más integral y en representación de los graduados agradeció al Colegio y a los profesores al expresar: “nuestro deber es llevar cada enseñanza en el corazón, y ponerlas en práctica, especialmente aquellas que no se enseñan en un libro, sino desde la experiencia”.

Al pronunciar las palabras centrales, el historiador de la ciudad, Eusebio Leal Spengler, afirmó que durante casi 300 años la Universidad “ha sido la institución permanente y mayor de la cultura”. Al tiempo que recordaba la imperecedera labor de José de Luz y Caballero “símbolo de la luz por los saberes, por la piedad, por la bondad y por la iluminación de su vida”, destacaba los retratos de los maestros fundadores que dan la bienvenida al colegio: “un conjunto de los mentores de lo que ha sido nuestra vida en el seno de la Universidad y en particular en las aulas del Colegio, espacio que, siendo parte de ella, guarda el tesoro inmaterial de la memoria”.

“Lo importante es el conocimiento, la modestia y humildad que supone el saber. Ustedes han recibido ese instrumento para seguir adelante”, dijo a los graduados y enfatizó en el año del aniversario 150 del inicio de las luchas por la independencia, “muchos de los que tomaron las armas surgieron en las aulas de la Universidad”.

Reafirmó el papel del conocimiento “como brújula, como clave de interpretación” para recordar los ochenta años de la Oficina del Historiador “fundada por nuestro predecesor Emilio Roig de Leuchsenring, inquieto y vibrante historiador de la ciudad capaz de transmitir con la palabra viva esos conocimientos de los cuales hablamos hoy”. Sobre el cimiento de la universidad de San Gerónimo “levantamos esta obra, hay que saber anclarse sobre las raíces del pasado; solo se puede ir al futuro desde el pasado”, significó Leal.

La sexta graduación de San Gerónimo rindió homenaje al abogado, profesor e intelectual Francisco González del Valle, quien participó activamente en el mejoramiento de las escuelas cubanas durante la primera mitad del siglo XX, mostró interés por la defensa permanente de la Biblioteca Nacional y cuya biblioteca, por petición propia, fue donada a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y hoy lleva su nombre.









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