Alianzas por el arbolado urbano en la ciudad
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El 7 de mayo de 1860 se incendió el vapor “General Tacón”, uno de los que hacía el servicio entre La Habana y Regla.




Alianzas por el arbolado urbano en la ciudad

Trazar estrategias entre las instituciones relacionadas con la ecología y el medio ambiente a favor del arbolado urbano en la ciudad de La Habana fue el principal acuerdo del encuentro Espacios Verdes del Centro Histórico, organizado por la Quinta de los Molinos, el Plan Maestro de la Oficina del Historiador y el Museo Nacional de Historia Natural los días 17 y 18 de este mes en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.

Después de que arquitectos paisajistas, ingenieros forestales, biólogos, técnicos y jardineros de diversas instituciones académicas y de investigación expusieran y analizaran asuntos referidos al diseño y la propagación de plantas, el mantenimiento del arbolado y la sanidad vegetal, llegaron al consenso de establecer un centro de información con bases de datos de áreas verdes de la ciudad y las especies que contienen.

Criterios autorizados en la materia como el de la doctora Nilda Pérez de la Universidad Agraria de La Habana demostraron en el taller lo imprescindible de rediseñar los espacios verdes, fuente principal de biodiversidad urbana, mientras que la también doctora Ramona Oviedo considera de vital importancia para la propagación acertada de plantas el estudio de la bibliografía existente y la integración de conocimientos.

Como explicara la profesora de Paisajismo de la Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría”, la arquitecta Larisa Castillo, el arbolado es, dentro de los verdes urbanos, el elemento de mayor relevancia e importancia, pues es el que aporta la mayor cantidad de beneficios a la vida urbana, tanto desde el punto de vista climático, como paisajístico, sensorial, para la salud, social y económico.

Y al referirse a la existencia de pocos espacios arbolados en el centro histórico (pequeños parques, plazas, patios y espacios residuales producto de derrumbes) debido a su condición de centro compacto, orienta que “la selección de árboles a plantar debe realizarse de manera minuciosa”.

Desde ese sitio primigenio de la ciudad se conoció que la escasez de agua para el riego y la indolencia del personal que en ocasiones maltrata las macetas, recipiente principal de las plantas, sobresalen entre los problemas que hoy padece la jardinería en los museos del Centro Histórico y que el manejo adecuado y sostenido del arbolado y el arbustivo del Paseo del Prado incide en el mantenimiento de su paisaje.

Los participantes acordaron dar continuidad a estos encuentros y promover acciones conjuntas a favor de la preservación y el fomento de los espacios verdes, tanto en el Centro Histórico como en el conjunto de la ciudad.









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