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[ Miércoles, 16 Diciembre 2015 14:56 ]
Ninguna frase mejor para encerrar el espíritu del encuentro intergeneracional entre adultos mayores y jóvenes y adolescentes, celebrado en el otrora convento de Belén, donde la apuesta por la vida es cotidiana. Entre el jolgorio de más de cuatrocientos ancianos que han hecho del vetusto edificio su casa, el director de la Oficina de Asuntos Humanitarios que radica allí, Iván Arencibia, presentó al Coro de Belén y a la solista Lázara Fernández, cuya música encanta y emociona.
Pablo Fornet, el vicedirector del Plan Maestro comentó que esa entidad de la Oficina del Historiador acompaña toda la labor sociocultural que se realiza en el Centro Histórico a partir de investigaciones de la población, especialmente de los datos de los diversos censos de población y vivienda como el envejecimiento poblacional.
Los mayores conocieron pormenores del proyecto Desarrollo social integral y participativo de los adolescentes en La Habana Vieja, que financia la Unión Europea e implementan la UNICEF y la Oficina del Historiador de La Habana desde hace cinco años. Una idea que aglutina en 25 talleres de diversas temáticas a adolescentes de La Habana Vieja y de otros municipios capitalinos, en algunos casos desvinculados del estudio y el trabajo.
¿Entre los destacados? El de Historietas de la Vitrina de Valonia, el de Ecojardinería de la Quinta de los Molinos, el de Artes Plásticas del Espacio Barcelona La Habana y Papiropeando del Taller de Papel Artesanal, los cuales estuvieron muy bien representados en el encuentro. De este último, escolares de la secundaria básica René Fraga de La Habana Vieja expresaron sintéticamente cómo fabrican el papel a partir de material reciclable.
Contribuir con la educación ambiental a través de la jardinería ecológica utilizando el patrimonio construido y natural es la propuesta del taller que atiende en la Quinta de los Molinos a estudiantes de octavo grado de la escuela de Centro Habana Protesta de Baraguá, mientras que el de la Vitrina de Valonia acerca a los estudiantes al rico pasado de historietas cubanas mediante la maestría de caricaturistas de editoriales vinculadas a la niñez y la juventud como Abril ( Zun zún y Pionero), Gente Nueva y Pablo de la Torriente.
Prendió en el corazón de los abuelos de Belén los mensajes de jóvenes como Claudia y Cristian, alumnos de artes plásticas del Taller Barcelona La Habana; ellos agradecieron “el encuentro con personas que son parte de nuestras vidas” y “a los talleres que nos han convertido en mejores personas”.
El de Belén resultó un encuentro donde se pudo apreciar el trabajo con los adolescentes mediante exposiciones que contaron con la participación de los coordinadores de los mismos, al tiempo que se regalaron plantas a los abuelos para que no olviden que los jóvenes –cuyas manos las sembraron– comienzan la vida que alcanza en ellos riqueza inestimable.
